Consejos para criar niños resilientes

Criar niños resilientes es un trabajo esencial para todos los padres. La resiliencia es la capacidad de recuperarse del estrés, desafío, trauma o adversidad. Los niños resilientes son más valientes, más adaptable y más curioso, y no dejan que los errores los detengan. Bastante, los reconocen y aprenden qué hacer de manera diferente la próxima vez. Tienen una imagen positiva del futuro, con metas sólidas y ganas de alcanzarlas. También, son más empáticos y compasivos. Además, no les preocupa lo que otros piensen de ellos. Entonces, tienen menos probabilidades de sucumbir a la presión de grupo. Los niños resilientes se desempeñan mejor en la escuela y es menos probable que adopten comportamientos de riesgo. Los psicólogos describen a los niños resilientes como percibiendo sus reveses de diferentes maneras a los niños que no lo son. Primeramente, Los niños resilientes reconocen que los efectos de los eventos negativos son temporales, no permanente. También, tampoco permiten que los contratiempos afecten a otras áreas no relacionadas de sus vidas. En lugar de decir "No soy bueno en nada", ellos diran, "Esta no es mi fuerza". Finalmente, los niños resilientes no se culpan a sí mismos por los malos eventos, y puede reconocer las influencias externas que afectaron el resultado. Es extremadamente importante que estemos educando a nuestros hijos para que sean resilientes. El hecho es, van a encontrar dificultades en la vida y cometer errores. Entonces, aprender a afrontar estos contratiempos desde una edad temprana marcará una enorme diferencia al entrar en la edad adulta.

¿Cómo puedo mejorar la resiliencia de mi hijo?

No se adapte a todas las necesidades.

El período entre caer y volver a levantarse es importante para que los niños aprendan a ponerse de pie. Siempre que los padres intenten brindar seguridad y consuelo, inhiben la capacidad de su hijo para desarrollar su propia resolución de problemas. La protección excesiva de los niños alimenta su ansiedad. Esto incluye no proporcionar todas las respuestas, para que los niños se acostumbren a la sensación de incertidumbre y aprendan a afrontarla.

Sea un ejemplo de resiliencia.

Los niños aprenden mucho al observar el comportamiento de sus padres. Trate de mantener la calma y la coherencia, y reconocer cuando comete errores. Permita que sus hijos vean cómo se enfrenta a la decepción a un nivel que puedan comprender. Esto les enseña a sus hijos que las emociones humanas como la tristeza y la decepción son normales, pero que son temporales. Muéstreles cómo puede volver a levantarse cuando se cae.

Asegúrese de que sus mentes y cuerpos estén sanos.

Los niños que participan en una actividad física regular son más felices y saludables. Mantienen ciclos de sueño más regulares, y sus cerebros liberan endorfinas y sustancias químicas que les ayudan a afrontar el estrés, y aumentar su autoestima. Estos atributos ayudan a superar la adversidad y hacer frente a los desafíos.

Enséñele a su hijo cómo volver a encuadrar.

Esto puede estar relacionado con el optimismo y es muy importante en la enseñanza de la resiliencia. En momentos de dificultad o decepción, es importante reconocer lo que tenemos, en lugar de lo que hemos perdido. Esto puede ser tan simple como reconocer su decepción porque el clima les impidió practicar su deporte, y guiarlos para que consideren los aspectos positivos, como las otras actividades que podrán hacer en su lugar.

Inscribe a tu hijo en un deporte de equipo.

Practicar un deporte en equipo les enseña a los niños lecciones importantes sobre cómo aceptar decisiones cuando las cosas no salen como las planearon. Un estudio de 2011 de la Universidad de Queen en Canadá encontró que los niños que practican deportes de equipo tienen más probabilidades de mostrar iniciativa y más capaces de recurrir a fuentes internas de motivación. También, los niños que practican deportes de equipo tienen una mayor autoestima y tienen más confianza en sus habilidades. También construyen relaciones sólidas y significativas con sus entrenadores y compañeros de equipo, dándoles una sólida red de apoyo a la que recurrir. Todas estas experiencias funcionan juntas para preparar mejor a los niños para que sean más resilientes cuando experimentan contratiempos. Sin embargo, es importante que su hijo practique un deporte que le gustará. Entonces, si no está listo para desembolsar una membresía del club, o no está seguro de qué deporte es mejor, considere un campamento de entrenamiento deportivo de vacaciones para darle a su hijo una muestra, o para repasar las habilidades existentes. Australian Sports Camps ofrece entre 40 y 50 campamentos deportivos en toda Australia durante las vacaciones escolares (https://australiansportscamps.com.au/book/).

Anímelos a enfrentar sus miedos y a tomar riesgos seguros con su apoyo.

Hágales saber que la decisión valiente de enfrentar un desafío es más importante que el resultado. Cuando a los niños se les ofrece la libertad apropiada para su edad, aprenden dónde están sus límites, cómo resolver problemas, y que son capaces de avanzar cuando las cosas van mal. La exposición a factores estresantes que pueden afrontar durante la niñez los prepara para afrontar los retos y el estrés en la edad adulta. Las investigaciones sugieren que la exposición temprana a factores estresantes controlables provoca cambios positivos en el cerebro que los protegerán contra el estrés futuro.

Ayude a su hijo a experimentar el éxito apoyándolo en algo que le guste hacer, como el deporte, arte u otro pasatiempo.

Cuando los niños se sienten exitosos en un área de la vida, el sentimiento es contagioso y se sienten más seguros en otras áreas. Si el pasatiempo elegido por su hijo es un deporte, por ejemplo, podría considerar brindarles apoyo adicional para que tengan éxito enviándolos a un programa de deportes navideños para que repasen sus habilidades.

Pregunte "cómo", no "por qué". Las preguntas de "por qué" no promueven la resolución de problemas.

Cuando las cosas van mal, los niños a menudo responden al "por qué" con "No sé". En lugar de, intente hacer preguntas como, "¿Cómo vas a arreglar eso?", o "¿cómo tratará de reducir la posibilidad de que suceda la próxima vez?". Si bien puede resultar tentador resolver todos los problemas de su hijo, hacer preguntas de "cómo" fomenta la independencia al animarlos a desarrollar soluciones por su cuenta. Por supuesto, guiarlos cuando sea necesario, pero trata de ser más una caja de resonancia, mientras sus mentes exploran sus diferentes opciones.

Finalmente, deje que sus hijos cometan errores.

Puede ser difícil retroceder y dejarlos ir, pero la mejor manera de aprender la resiliencia es permitiéndole tomar decisiones equivocadas y ver las consecuencias. El fracaso no es el fin del mundo Es inevitable. Cuando los niños creen que confía en ellos para hacer frente a los desafíos, ellos también confían en sí mismos. Esperamos que le haya brindado algunos consejos y estrategias útiles sobre cómo fomentar y desarrollar la resiliencia de su hijo. Por último, no olvide cultivar su propia capacidad de recuperación:los padres resilientes ayudan a crear niños resilientes.



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