Explicando cómo evolucionó el etograma del dolor del caballo montado

¿Por qué los caballos talentosos con un gran potencial no cumplen su promesa o desaparecen de la competencia después de una carrera corta?

Lea todo sobre la búsqueda para encontrar una solución a este problema de vital importancia:este proyecto de investigación científica ha durado varios años y sigue siendo un trabajo en curso en la actualidad.

Muchos síntomas de dolor se vuelven obvios solo cuando se monta al caballo. Muchas láminasas son difíciles de ver o sentir y solo pueden volverse obvias cuando se eliminan mediante analgesia diagnóstica. Algunos signos de comportamiento pueden ser un reflejo de dolor musculoesquelético, pero es posible que no haya cojera. A veces, el jinete puede sentir que el caballo no está del todo bien, pero el veterinario no puede identificar ningún problema. Los fisioterapeutas a menudo se encuentran tratando los síntomas de un problema que sigue sin resolverse. El círculo vicioso puede conducir a una disminución del rendimiento o simplemente a una frustrante falta de calidad de estrella, pero en cualquier caso, hay implicaciones para el bienestar.

Indudablemente, los caballos aún pueden trabajar y competir con éxito mientras experimentan cierta incomodidad, pero no hay duda de que si se identificara y manejara la causa principal, se desempeñarían mejor durante más tiempo. Hoy en día, los márgenes entre ganar o no son pequeños y debemos centrarnos en las pequeñas ganancias para cosechar las recompensas en el nivel superior.

En su trabajo diario como especialista en ortopedia, la Dra. Sue Dyson era consciente de que muchos propietarios, jinetes y entrenadores tienen poca capacidad para reconocer los signos de dolor en el caballo montado. También sabía que muchos miembros de la profesión veterinaria tienen poca capacitación en el reconocimiento del dolor y la evaluación del comportamiento y una educación limitada en la identificación de la cojera de bajo grado y el reconocimiento del dolor musculoesquelético como una causa de mal desempeño.

En un estudio de 506 caballos deportivos en el trabajo normal y presuntamente sanos, se encontró que el 47% eran manifiestamente cojos o tenían otras anomalías en la marcha relacionadas con el dolor (p. Ej., Galope rígido y forzado), lo que resalta el tamaño del problema (Greve y Dyson, 2014). Estos problemas a menudo se etiquetan como relacionados con el entrenamiento, relacionados con el jinete, conductuales o considerados "normales" para ese caballo porque "así es como siempre ha ido el caballo". Ahora, hay un camino a seguir.

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